Tratado de libertad humano.
I: Sobre las necesidades personales.
Considerar como una necesidad personal,
la necesidad ajena.
¿Hay un límite para esto?, estoy aún
en la búsqueda de la respuesta.
Lo que es cierto, es el hecho de que
nuestro egoísmo nos ciega, nuestras aspiraciones personales son
puestas por encima de las ajenas, como si estuviésemos en un estado
salvaje, en que gana el más fuerte y éste destruye al más débil.
Una sociedad justa, empieza por la
conciencia en los más fuertes y la unión de los más débiles.
¿Debería haber un organismo que
reprima a los fuertes y fortalezca a los débiles? ¿es realmente
justa esta medida?, estoy aún en la búsqueda de la respuesta.
Toda forma de represión es una
injusticia, y va en contra, naturalmente, de la libertad de las
personas.
¿Dónde termina mi libertad?
¿Puedo matar a alguien, acudiendo a mi
libertad?
Son preguntas ya contestadas por
arriba; sin embargo hay que ir un poco más profundo para ver la
verdadera línea divisoria de las libertades individules.
Cuando una persona molesta a otra, está
cruzando esa línea. ¿cuál debería ser la pena para esta persona?
Analicemos lo que produce este hecho.
Una persona A, molesta a una persona B;
B enojado molesta a A o C aún más, lo que por inducción produce en
el peor de los casos un delito penado actualmente.
¿Es A el culpable de que N haya
asesinado a A?, por supuesto.
¿Por qué?, porque una sociedad es
como un cuerpo, si no te alimentas bien, no pretendas correr luego
una larga distancia; es decir, la sociedad, al igual que un cuerpo,
funciona como un todo, si sangra en alguna parte, es a causa de un
agente externo (hecho natural) o bien no lo cuidé como debería.
Luego, una sociedad es una masa
viviente que debe mantenerse en equilibrio, pero que cada uno es
responsable por mantenerlo. Así cada acción irresponsable que
tengas hacia otra persona, tarde o temprano te va a afectar, porque
vivís en el mismo cuerpo.
El punto es que, no puedo andar por la
vida, “haciendo la mía” y esperar que la sociedad no se desangre
y me afecte negativamente, literalmente, la sociedad se despedaza.